Los herrerinos somos devotos de la ermita que ofrece las mejores vistas de la comarca, incluidos los terrenos de la batalla de Villar de los Navarros.
La Ermita de la Virgen de la Sierra, edificación barroca levantada en el siglo XVII y concluida en el XVIII tiene tanto nuestra devoción como la de varios pueblos de la zona. Desde Herrera es tradición subir tres veces al año, y la hospedería contigua abre desde San Jorge hasta el final de las fiestas patronales, a mediados de septiembre. Allí, en un impresionante mirador que permite divisar territorios de varias comarcas. También valora el dance a la Virgen el 8 de septiembre y el papel de la Cofradía de las Tres Cruces en Semana Santa.
Si te gusta montar en bicicleta, puedes disfrutar de diferentes recorridos y sendas, pudiendo pedalear por la ruta por donde los espartanos (literalmente) pasaron por Herrera en ruta desde Torremolinos hacia Oslo. Tenemos diferentes recorridos, como subir a la ermita, ir a ver la presa, el Camino de las Anrrollas o el Camino de Valdelafuen, entre otros.
El joven alcalde del municipio, Enrique Felices, facilita cada año, la recreación de la batalla carlista del Villar de los Navarros, que ocurrió en la linde con Herrera en 1837. Herrera tiene una gran tradición gastronómica, que gira en torno a la almendra y el cordero, y por ello se ha creado una feria dedicada a estos dos grandes productos de la gastronomía.
Otra cosa que podemos ver en Herrera, es la instalación de dos parques eólicos, procedentes de dos iniciativas privadas y que sumarían un total de 240 MW, los cuales ya están produciendo, y la creación de cuatro más, los cuales todavía están en construcción.
Por otro lado, si te gusta el fútbol, tenemos nuestro equipo masculino de Herrera, con grandes proyecciones. Felices puntualiza que este equipo de fútbol representa a la comarca entera de Campo de Daroca y que mueve una gran afición.
Más allá del fútbol, que en Herrera tiene un componente aglutinador que trasciende lo deportivo, la pasión por el deporte en el ámbito local tiene dos muestras muy claras. El otro foco de atención es el Desafío Herrerino, prueba atlética de campo a través. El récord de participación en la última edición fue absoluto: 450 corredores. Hay varias modalidades según los kilómetros, la prueba más dura son 27 kilómetros subiendo a la ermita de la Virgen de la Sierra y bajando por la zona de Molinos del Huerva para volver a Herrera, otro de 15 km por las Hoces del Huerva y otro de 8 km, más asequible, ya que la zona es mas llana, que recorre los pinares cercanos al pueblo. Además, para aquellos que no quieran hacer el desafío corriendo existe la modalidad de marcha pedestre de 14 kilómetros. En conclusión, el Desafío Herrerino está hecho para todos los gustos.
No podemos dejar de hablar de nuestras instalaciones deportivas, las cuales son un Pabellón deportivo, dónde se realizan diferentes actividades semanales, previamente organizadas, como clases de zumba, bodytono… a nuestra instalación de gimnasio, dónde hay un gran número de máquinas donde poder ejercitarnos por nosotros mismos.
Sin olvidar la piscina al aire libre, la cual se puede hacer uso durante los meses del verano, tanto para personas del pueblo como familias que acuden a pasar el verano, pagando previamente un bono.
En el pueblo también tenemos y llegan aficionados a la caza menor (sobre todo perdices, codornices y conejos) y a la micología, con especial incidencia de los rebollones y los níscalos.
Respecto a nuestros negocios locales, podemos exponer dos casas rurales (Casa Maribel y Casa Nicolás) y el comercio de Romualdo Rubio. En hostelería destacan el bar el Mesón, La Avenida y el Coyote, junto al Ayuntamiento, que trabaja las tapas de alta cocina en un ambiente informal.
Ahora nos gustaría detallar, algunas de las construcciones imprescindibles de visitar en nuestro municipio. El primero Los Castellares Poblado celtíbero, ubicado sobre un cerro, del que se conserva parte de la muralla y el foso. Por otro lado también encontramos la torre mudéjar en la parroquia de San Juan Bautista (s. XIV), una torre de cinco cuerpos (los dos últimos del XVI) que llama la atención y no deja a nadie indiferente.