El 20 de marzo de 2022 es el día en el que comienza oficialmente la primavera, pero a Herrera de los Navarros parece que llegó un poco antes. La primavera trae consigo la vuelta a la vida, el color y la alegría, y en este municipio zaragozano lo sabemos bien. Desde mediados de febrero y durante aproximadamente un mes y medio los almendros tiñen de rosa los campos de Herrera, convirtiéndose en un gran atractivo para los amantes de la naturaleza. Diferentes rutas por el entorno de Herrera hacen posible el disfrute de un paisaje digno de foto, donde los almendros están ahora en su momento álgido de floración. Además, ya es tradición en el pueblo celebrar la Feria de la Almendra y el Cordero, que tiene como finalidad poner en valor los dos excelentes productos de la región, así como el paisaje y la riqueza de esta población de unos 500 habitantes.
Rutas desde el municipio
Con motivo de la VII feria de la almendra y el cordero, el pasado 26 de febrero se realizó una marcha senderista entre los almendros. Los participantes partieron desde el pueblo y tras cruzar el río Herrera en dirección al “Crespo”, disfrutaron de una senda para perderse en un horizonte blanco y rosa. Los almendros acompañaron también en el retorno al punto de partida, el cual realizaron por el camino de la Dehesa. Un trayecto de dificultad baja y con una duración de dos horas aproximadamente, convierte esta ruta en un perfecto paseo primaveral para toda la familia.
Otra posible ruta discurre por el famoso camino de Valdelafuén. Este se puede coger en dos puntos diferentes, bien desde el Pabellón Municipal de Herrera, o bien en dirección a la carretera que comunica con el pueblo vecino, Villar de los Navarros. Además, también es posible acceder por el mismo a la ruta hasta la Ermita de Herrera de los Navarros. El camino de Valdelafuén se dirige al merendero situado a 2 kilómetros del pueblo, y en su recorrido los almendros colorean el paisaje. La vuelta al pueblo no tiene pérdida, pues se trata de un camino bien señalizado y con Herrera a la vista. La duración es similar a la ruta anterior, y, aprovechando el camino, subir hasta el “Balcón de Herrera” está más que recomendado. A 1.300 metros, naturaleza y devoción se reúnen junto a paisajes impresionantes del territorio aragonés.
Numerosas razones hacen de nuestro pueblo un lugar privilegiado en lo que a almendros y paisaje se refiere. Una invitación para conocer el entorno herrerino y sus diferentes rutas que es difícil de rechazar.
